sábado, 29 de diciembre de 2012

El espejo en el que me miro yo ahora .


Es curioso como a veces el tiempo te hace reflexionar y madurar. Muchas veces una persona pasa por situaciones en las que piensa que es lo peor, que quiere terminar con eso ,que se merece algo mejor, que es injusto..., cuando lo vives sientes que nada peor te puede pasar. Te entran ganas de justicia y de venganza, todo tu ser se transforma en ansias de acabar con todo de una vez, te rebelas y luego sientes que has perdido las batallas. Pero con el tiempo te das cuenta de que has ganado, has ganado madurez y, sobre todo, paz. Aunque comparando cosas con las que creías que eran lo peor del mundo, sientes ahora que eran meras memeces, que no era para tanto y que ahora si que ciertas cosas si que son bastante injustas de verdad. Sientes que ahora te da igual todo aquello que pasaste, entrándote ganas de perdonar, que te da igual cosas que pasaron y batallas que no ganaste luchando, que sólo quieres ser feliz con pequeñas cosas cotidianas.
Yo ahora pienso mucho en ello, en pequeños detalles que echo de menos…pequeños detalles diarios llenos de compañerismo y complicidad. Daría lo que fuera por volver a atrás en el tiempo y recuperarlos…sólo quiero eso. Ya no siento rencor. Con eso me conformo, con volver a las tonterías, a las risas, a mis despistes, a los mismos programas de televisión…y también echo de menos aunque sea un poco de ruido por las noches. Pienso sobre todo en lo que era mi casa, es curioso, pero ahora la valoro mucho más que antes. Siento muchas veces que me gustaría despertarme en esa cama de aquel cuarto para recuperar también viejas costumbres que perdí. Pensaba que iba a tener otras nuevas, pero me equivoqué, quizás porque debía ver que en el fondo era muy pero que muy feliz.
Sin embargo, lo que me hace feliz ahora son los recuerdos. No hay ni un día en que no me acuerde de  aunque sea un sólo detalle cotidiano, los recuerdos se me vienen a mi mente pero ahora en otro cuarto y en otra cama.

viernes, 19 de octubre de 2012

Letra ``Si tú me miras``


Bueno, hace tiempo escribía entradas hablando de canciones en las que intentaba hablar de cosas que yo sentía en ese momento. Me he vuelto a inspirar para poner la letra de una canción que me encanta. Más de uno sabrá que esta canción la escribió Alejando Sanz, el cual es uno de mis cantantes favoritos.
Esta letra me ha inspirado pensar que trata del lenguaje que tienen dos enamorados, los cuales tienen bastante química desde hace tiempo y no hace falta que se digan las cosas hablando, sólo se las dicen mirando. Es un amor loco y algo complicado, ya que ellos dos sólo saben que existe ese amor y cuánto se quieren…y desde cuándo. Pero está claro que la solución es arriesgarse, tirarse a la piscina, aunque cometan una locura dejando cosas racionales por el camino, aunque nadie  de su entorno sepan cuanta química y cuanto amor comparten desde hace tiempo, los dos solos. En el videoclip, la historia termina bastante bien, ella va a él y se supone que los dos deciden mandar las complicaciones a freír  y vivir la química y su amor los dos solos de una puñetera vez.
La letra es preciosa, sin duda.

Qué fácil decir: te quiero cuando estamos solos,
Lo difícil es hacerlo cuando escuchan todos
Si tú me miras, si tú me miras
Te enseñaré a decir te quiero, sin hablar,
Mientras tengamos un secreto que ocultar.
La locura de quererte como un fugitivo
Me ha llevado a la distancia donde me he escondido.
Si tú me miras, si tú me miras
Cuanto más crezca la injusticia, ya verás
Que son más grandes nuestras ganas de luchar.
Palabras de un lenguaje nuevo que he construido
Para nosotros, para el amante perseguido
Que tiene que esconder su voz.
Cuando decidas aprenderlo, no habrá silencio,
No te hará falta usar la voz para romperlo;
Si tú me miras me hablarás,
Si tú me miras me hablarás.
Yo me seguiré negando pase lo que pase
A exponer mi corazón en este escaparate;
Si tú me miras, si tú miras,
Cuanto más crezca la injusticia, ya verás,
Que son más grandes nuestras ganas de luchar.
Palabras de un lenguaje nuevo que he construido...

jueves, 27 de septiembre de 2012

La Sombra del Viento.

He descubierto hace poco un escritor que me ha atrapado totalmente. Se trata de Carlos Ruiz Zafón, el cual ha escrito novelas bastante populares como `` Marina`` o `` El Juego del Ángel``. Alcanzó la fama al publicar la `` La Sombra del Viento``, ya que en todo el mundo se ha leído este libro y muchos escritores de renombre han criticado notablemente la novela. Sin duda, de los tres libros que me he leído de este interesante novelista el que más me gustado y enganchado es `` La Sombra del Viento``. Luego, me leí `` El Juego del Ángel`` y `` El Prisionero del Cielo``, pero para mí gusto no han llegado a la perfección de la anterior de estas  dos novelas.  La última, `` El Prisionero del Cielo``, me la zampé en menos de una semana; sin embargo, para mí la más completa de esta tres( se podría decir que es una trilogía) es `` La Sombra del Viento``, tanto por la profundidad de descripción de los  personajes, los lugares, las tramas... todo se entrecruza para engancharnos hasta el final, en un juego de misterios y de amor, donde nada suele ser ni blanco ni negro, hasta el protagonista parece ser algo ambiguo.

En las dos siguientes novelas, parece que el autor no se deleita tanto en sus personajes y que corre para enseñarnos un final que nunca aparece. Por eso, si alguien se lee su ultima novela es útil y necesario que se lea  antes`` El Juego del Ángel``, ya que no se enterará de nada. De todas formas, en el final de `` El Prisionero del Cielo``, se deduce que continuará hablando de todos esos personajes, tramas y lugares de las tres novelas. El tío se ve que se las he ingeniado bastante bien en su coco para tenernos enganchados hasta que no terminemos de zamparnos toda la vida y milagro de Daniel Sempere, el protagonista de `` La Sombra del Viento``.

¿Quién es Daniel Sempere? Pues  al principio de la novela es un niño de diez años, muy ingenuo y que echa de menos a su madre. El padre, una noche, lo lleva al Cementerio de los Libros Olvidados, y allí al coger un libro, empieza a agitarse su vida poco a poco volviéndolo loco el autor del libro . Pese a todas las dificultades que entraña descubrir los misterios de ese libro, Daniel sigue empecinado en desenmarañar qué demonios pasó con su autor. Al principio  empieza sólo y asustado, perseguido por un extraño personaje, y luego ya se vale de la compañía y valentía de Fermín Romero de Torres. Los dos amigos, perseguidos ahora por un inspector de policía, no paran de ir de un lado para otro. El inspector resulta que es un malo malísimo que no se corta un pelo en dar puñetazos o matar a todo el que se le ponga por delante, mientras  los demás polis le hacen caso, acojonados perdidos. Pero Daniel y Fermín siguen con su odisea, aunque ello signifique recibir palos a tutiplén, caminar bajo la lluvia o la nieve, mentir al padre de Daniel, dejarse el dinero en tranvías y taxis... bueno, y autobuses también, y que encima los dos parezcan ser unos auténticos delincuentes. Lo mejor de todo es que cuando lees todo esto te parece de lo más inverosímil y por lo tanto, te das cuenta que es aún más como un cuento. Desde el principio te parece muy extraño todo, y por eso yo creo que te engancha, ya que sientes que es una autentica novela, sin nada real, ni siquiera cuando al final todo parece que es normal y andan todos felices y contentos. Lo lees y piensas que seguro que pasará algo más, y no fallas. En la última novela se ve perfectamente que vuelve a estar todo lleno de luces y de sombras y que la vida del protagonista tiene para rato.
 Cuenta muchísimo a la hora de atraparte que esté narrado en primera persona, como si Daniel se hubiera puesto luego a escribir su propia novela después de vivir todas esas aventuras. Te metes totalmente en la psicología de su personaje, queriendo saber más y más, y empatizando también totalmente con sus amigos, sus vecinos, el autor del libro, su novia, el padre....parece que el mismo Daniel te los presenta como si fueran reales y luego llegan a convertirse en amigos tuyos, cómo si los conocieras de toda la vida. Y por supuesto también tiene que ver que se describa Barcelona de cabo a rabo, cómo si vivieras allí con los personajes y te llevaras todo el día cogiendo tranvías, andando y demás, descubriendo los misterios.

Ayer me compré su primera novela y estoy segura de que acabaré enganchada y atrapada otra vez.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ulises.

Hacía solamente dos años que se había desposado de la bella Penélope, hija de Ícaro, cuando estalló la guerra entre griegos y troyanos. Obligado a partir, destacó durante esta larga guerra por su prudencia consumada, su valor y sus estratagemas.

El amor que sentía por su joven esposa le llevó a fingir ataques de locura: ató a un arado dos bestias de diferente especie, entreteniéndose en arar la arena del mar, sembrando sal en vez de trigo. Pero Palamedes, que sospechaba del engaño, colocó al pequeño Telémaco, hijo de Ulises, en la dirección que éste debía abrir el surco; el padre levantó la reja del arado para no causar daño alguno al pequeño, demostrando de esta manera que su demencia era fingida.

Cuando Troya fue tomada, Ulises se embarcó con rumbo a Ítaca, pero la fortuna no cesó de mostrársele adversa durante diez años. Anduvo errante por todos los mares asediado por continuos peligros.

Los vientos le empujaron hasta las costas de Sicilia, donde moraba el espantoso cíclope Polifemo, hijo de Neptuno. Éste sorprendió a Ulises a la orilla del mar y lo encerró junto a sus compañeros en un antro mal iluminado donde guardaba sus rebaños y donde el cíclope se hartaba cada tarde con bebidas embriagadoras y saciándose de sangre humana. Ulises, sin inmutarse, entabla conversación con el cíclope, le cuenta sus aventuras, le entretiene y le escancia un líquido embriagador. Polifemo, saturado de vino, bosteza y se duerme. Ulises coge entonces una enorme estaca y la clava en el único ojo de Polifemo. El gigante, al sentirse herido, lanza gritos espantosos, se levanta y recorre lleno de furor la caverna. Para esquivar sus largos brazos extendidos, Ulises y sus compañeros se esconden y se agachan entre las ovejas que eran como su amo, de estatura desmesurada. Al despuntar el día, cuando el monstruo colocado a la entrada de la cueva hace salir una a una todas las ovejas, los cautivos logran evadirse.

Las propias faltas y tropiezos hicieron de Ulises el hombre prudente en extremo: resistió a las melodiosas insinuaciones de las Sirenas, sorteó felizmente los escollos de Escilia y Caribdis y tomó tierra en Sicilia, en la famosa ribera donde Lampecia, hija de Apolo, guardaba los rebaños de su padre, los cuales debían ser considerados sagrados. Ulises se refugió en esta playa para descansar de sus fatigas y recomendó vivamente a sus compañeros que respetasen el rebaño sagrado. Las órdenes de Ulises fueron cumplidas mientras no se agotaran las provisiones, pero en cuanto se acabaron los víveres y el hambre se hizo sentir, capturaron a cuatro bueyes y cuatro terneras y las degollaron. Apenas Apolo tuvo conocimiento del desafuero, rogó a Júpiter que tomara venganza y el príncipe de los dioses aturdió a los profanadores con una espantosa prueba de su cólera: los pellejos de los bueyes y las terneras se animaron y se pusieron en marcha, las carnes empezaron a mugir y las carnes crudas contestaron a sus mugidos. Llenos de espanto ante tal prodigio, los marineros se refugiaron en sus barcos y partieron, levantándose en el acto una tempestad tan terrible que murieron todos los que habían en el barco. Solamente Ulises quedó exceptuado, ya que no había tenido parte alguna en el sacrilegio; los dioses le depararon un  trozo de timón, mediante el cual pudo salvarse.

Los vientos le arrojaron a la isla de Ogigia, donde reinaba la ninfa Calipso, hija del Océano; ésta le recibió con vivas demostraciones de alegría y le ofreció hacerle inmortal si prometía olvidarse para siempre de Ítaca y acabar allí tranquilamente el resto de su vida. Pasaron meses y años y Ulises continuaba en la morada mágica de esta reina opulenta cuya admiración y afecto por su huésped crecían día tras día. Los dioses intervinieron al fin y Mercurio le reintegró a sus deberes de esposo, de padre y de rey.

Después de abandonar Ulises la morada de Calipso, se hizo a la vela con rumbo a su patria. Neptuno, que no le perdonaba la herida que había causado a su hijo Polifemo, desató un furioso huracán que encrespó las olas y sumergió el navío de Ulises hasta el fondo de las aguas, pudiendo conseguir después de muchos esfuerzos y a duras penas, llegar a nado a la isla de los Feacios, cuyo rey Alcinoo le acogió afablemente y le equipó un bajel para que pudiera continuar su viaje.

lunes, 9 de julio de 2012

Hablar por hablar

Hace 13 años, o sea en verano del 2001 empecé a escuchar un programa de radio en la Cadena Ser, llamado ``Hablar por hablar``. Siempre me había gustado mucho escuchar la radio, siendo el periodismo una de las profesiones que me he querido dedicar en un futuro. A día de hoy, aunque estudie psicología, no descarto dedicarme a la radio o a escribir también. Es una asignatura pendiente que tengo, por así decirlo, y la verdad es que a la psicología no tengo pensado ni muchísimo menos dedicarme plenamente. Por qué decidí estudiar esta carrera, larga y costosa en muchísimas ocasiones, es un asunto que algún día contaré. Por ahora hablaré de este programa de radio y del por qué nació mi gran afición por la radio.
                       
Por aquellos días, yo apenas salía. Bueno, mi vida por aquellos tiempos era bastante aburrida, una barbaridad. Si salía, terminaba aburriéndome saliendo por la Isla. Hoy la verdad no me aburre para nada este pueblo ( será porque he visto que de todas formas una termina aburriéndose saliendo en otra ciudad...), pero en aquellos tiempos yo hubiera dado lo que fuera por irme de esta ciudad, y mis divertimentos consistían por ejemplo en escuchar la radio. Fue una noche que estaba sola en mi casa, mi madre trabajando y yo bueno... como había empezado a quedarme sola mientras ella estaba de guardia, para poder conciliar el sueño, me puse la radio, y me enganchó de repente una voz muy cálida y cercana. Al programa llamaban personas de todo tipo, con sus problemas, para buscar consejos y sobre todo ser comprendidas. La locutora sólo se dedicaba a escuchar y a preguntar, pero este programa me enganchó sobre todo por ella, por esa voz. Me llevé todo el verano escuchándolo, y al mismo tiempo que lo hacía, me ponía en la mesa con un lapicero como micrófono y apuntando todo lo que contaban, como si yo fuera la locutora. La presentadora del programa, Mara Torres, sólo se ocupaba del programa en verano, pero cual fue mi sorpresa, que en septiembre no volvió la conductora del programa( Fina Rodríguez), y ella terminó haciéndose cargo del mismo.

El programa ganó una barbaridad con ella, introdujeron muchas secciones y era bastante ameno y divertido. Una de las secciones que estrenaron en esta etapa,  fue el chat, y yo me metía también en el chat. Más de una vez terminé hablando con uno de los otros chatines( así nos llamaban en el programa a los que chateábamos) en privado. También llamé tres veces al programa. La primera vez llamé para aconsejar a una chica que se comía bastante el coco por las amistades y no salía, la segunda fue para contar  lo que yo hacía como si fuera una locutora( Mara me dejó presentar la siguiente oyente). La tercera fue para contar mis deseos para el año que comenzaba, en un programa especial que hicieron.

Tal fue el auge que tuvo el programa durante la época que lo presentó Mara, que terminó escribiendo un libro. Yo lo compré, por supuesto, y fui a la firma de libros. Llevé un folio que escribí sobre el programa, y se lo di en vivo y en directo a la presentadora. Me hizo muchísima ilusión conocerla y le dije que me quería dedicar a lo mismo que ella.

Dejé de escuchar el programa cuando ella lo dejó, allá por el 2006. Ya para mí no era lo mismo, sin sentir el mismo dinamismo que ella transmitía ni tampoco la misma objetividad escuchando y preguntando. Me ponía mala escuchar a la otra presentadora decir `` ¿No has pensado que sería mejor que hicieras...? ``o `` Yo por tu bien te aconsejo que...``. He seguido escuchando la radio, otros programas de la cadena Ser, como``La ventana``, ``Loqueyotediga``... y también de Onda Cero o la COPE.

Dejé de querer estudiar periodismo, primero porque lo veía un mundo muy competitivo, y después porque también veía que pedían una nota alta, tenía que leer bastante el periódico y estar pendiente de las noticias... y luego en fin, las asignaturas( tecnología de la yonosequé, lengua, historia...), y para colmo saber inglés...puffff....así que fui realista y me dije que lo dejaba ahí como una afición y quien sabe si haciendo un curso o conociendo a alguien...podía meterme algún día en ese mundillo.

Hace poco vi por ahí un anuncio de un curso online para ser locutor o algo así por el estilo, y siempre lo pienso, que cuando termine de estudiar esta densa carrera, retomaré este asunto que me quedó pendiente. Además, que ya me dijo Mara que a ver si algún día nos encontrábamos por el camino, jaja.

sábado, 7 de julio de 2012

Los pilares de la tierra

Hace poco me atreví a comprarme este libro, y la verdad es q me ha encantado. Cuando vi el tochón tan gordo que había que leer me asusté y pensé que no iba a ser capaz de leerlo, pero tomé la iniciativa de comprármelo un día que lo vi en una librería. Enseguida que empecé a leerlo, me enganchó, no me aburrí en ningún momento hasta el final del libro. El único pero que le puedo poner es cuando el autor describe minuciosamente las catedrales, ya que para quienes no entendemos mucho de la arquitectura o nos acordamos de cosas que hemos estudiado en historia del arte, pues puede resultar un verdadero rollo.

No importa que hayan demasiados personajes sin poderte acordar de todos sus nombres o los embrollos reales, ya que lo importante es el argumento en sí, donde el autor se centra muchísimo sin hacer hincapié en datos históricos, para luego deleitarse en las descripciones de catedrales. En resumen, es un culebrón histórico muy entretenido y ameno, bastante romántico.

El libro comienza con un humilde constructor, Tom, que tiene el sueño de construir una catedral, y a raíz de ahí muchos personajes e historias se unen, con un nexo en común: la construcción de una catedral. Obispos, reyes, princesas... se entrecruzan en esta novela, además de dos grandes historias de amor: una, la de Jack y Aliena, y la otra la de Tom y Ellen. La primera dura hasta el final del libro, siendo durante la mayor parte del libro imposible, y la segunda, no dura toda la novela, pero es también una historia apasionada. También aparecen guerras de vez en cuando, aunque gracias a Dios, no toman protagonismo( ya que las batallas me aburren bastante...). La acción transcurre en la Inglaterra medieval.

El autor del libro es Ken Follet, un escritor británico de novelas de suspense e históricas. Comenzó con novelas de suspense de espionaje clásico( La isla de las tormentas, Las alas del águila, El valle los leones, El hombre de San Petersburgo, La clave está en Rebeca). Luego, a finales de los 80 y a principios de los 90, que comenzó con Los pilares de la tierra. El mismo Ken Follett ha reconocido que Los pilares de la tierra es su mejor trabajo hasta ahora.

Este escritor, en el 2007, publicó una secuela de Los pilares de la tierra, llamada Un mundo sin fin, cuya acción tiene lugar también en Kindsbridge, lugar donde se construyó Los pilares de la tierra, pero 200 años después. Se inspiró en la catedral de Vitoria, para describir otra catedral.

domingo, 3 de junio de 2012

MITOLOGÍA GRIEGA Y ROMANA


Este tema me gusta mucho desde que di la optativa de cultura clásica en 3º de ESO, de hecho saqué muy buena nota( antes sacaba buenas notas... jajaja) y me encantaba el profesor que impartía dicha asignatura, quedándome absolutamente embobada, y no porque estuviera bueno precisamente, si no porque lo contaba tan bien viviendo él la pasión por este mundo, que absorbía a todos sus alumnos. En bachillerato, decidí irme por la rama de Humanidades, ya que estaba harta de las matemáticas y quería mandarlas a tomar viento definitivamente( después me he acordado de eso cuando luego me encontrado con mis ``amigas`` la estadística y la psicometría...). Sorprendentemente, el latín y el griego se me dieron de lujo, sacando las mejores notas de mi vida( tengo claro que ya no sacaré más esas notas, xD), y escuchando, como siempre, embobada al profesor. Ya jamás volví a ver al latín y al griego, pero me ha seguido encantado todo lo relacionado con Grecia y Roma. De Roma ya vi hace años en un circuito que hice, todos los monumentos y esculturas habidos y por haber, pero aún me falta ir a Grecia.

Hace meses me compré en una librería un libro de la mitología griega y romana. No dudé en comprármelo cuando lo vi, y voy a poner aquí hoy para empezar una historia que me he leído de este libro.

SATURNO.

Titán y Saturno eran hermanos, y Titán como primogénito pretendía reinar. Pero su madre, que sentía predilección por Saturno, puso en juego tantas súplicas y caricias, que Titán accedió a renunciar a la corona con tal de que su hermano, a su vez, se obligase a exterminar todo hijo varón. Saturno aceptó este trato y se afanó por devorar a sus hijos varones tan pronto como venían al mundo.

Cibeles, esposa de Saturno, no podía sufrir tal atrocidad y sustituyó a Júpiter, que acababa por venir al mundo, por una piedra envuelta en pañales, que Saturno engulló sin sospechar el engaño. Júpiter, llevado clandestinamente a Creta, fue allí amamantado por una cabra, y para que los vagidos del niño no llegasen a oídos de Saturno, los coribantes, sacerdotes de Cibeles, atronaban el aire con el estrépito de los címbalos. El engaño fue descubierto por Titán, e irritado con su hermano Saturno, le declaró la guerra, le venció y le hizo prisionero.

Júpiter, llegado a plena adolescencia, veía con dolor la esclavitud en la que gemía Saturno y se aprestó a liberarle. Reunió a un ejercito, atacó a los Titanes, los arrojó a las alturas del Olimpo y consiguió que su padre se sentase nuevamente en el trono. Saturno, sin embargo, veía con marcado recelo el valor que desplegaba Júpiter en edad tan tierna, ya que el destino le había predicho que uno de sus hijos le destronaría. Armó emboscadas al hijo que le era tan digno de su amor, pero éste esquivó las celadas y, después de intentar en vano todos los medios de conciliación, entabló batalla contra su padre y le expulsó del cielo.

El dios destronado corrió a ocultar su derrota en Italia junto al rey Jano, que le acogió amigablemente y se dignó a compartir con él la soberanía de su reino. Saturno, conmovido ante tan generosa acogida, se dedicó con ahínco  a civilizar el Lacio, que era la región en la que reinaba Jano, y enseñó a sus rudos habitantes diversas artes útiles.