domingo, 18 de diciembre de 2011

Cuando los ojos lo dicen todo.

Dicen que la cara es el espejo del alma, y yo opino que efectivamente así es. Siempre me fijo mucho en las caras y expresiones de la gente, en lo que me transmiten, si siento química con alguno o alguna no puedo remediar clavar profundamente los ojos, como mirando todo su interior. Hay ocasiones en la que me ha dado miedo saber algo o ser demasiado transparente, pero pienso que es mejor ser así porque  que a veces se tiene miedo de decir algo o no se sabe cómo decirlo. También sé de sobra que inventarme excusas o mentir se me da fatal, ya que siempre que he pensado `` Bueno, sino digo esto y ya está``, al final termino soltando la pura y sincera verdad, lo hago sin remedio, y aunque piense de antemano qué voy a decir y cómo, pero acabo explotando en el momento más inoportuno y sin esperarlo. Después me asusto, ya que no he sido para nada consciente de por qué lo he hecho y por qué me ha salido así, ya que tenía soluciones racionales para tal problema antes que, como siempre, ser tan clara y visceral.

No he encontrado a mucha gente así como yo, mirando tan profundamente a los ojos y soltando tanto carisma sin miedo, pero hubo una ocasión en la que encontré a alguien así. Supe que éramos iguales porque vi desde el primer día que le daba igual ser claro y a hacer lo que le daba la gana como yo, aparte de que era increíble cómo nos transmitíamos cosas con la mirada. El caso era que no me daba miedo saber tantas cosas cuando esos ojos me miraban, ni que él supiera lo que yo pensaba cuando mis ojos lo miraban. Esos ojos me daban un respeto enorme, me miraban y yo ya sabía lo que pensaba. Era imposible escapar de ellos, y con el tiempo ha seguido siendo así, nos seguimos transmitiendo todo a través de las miradas y jamás nos hemos dicho lo que sentimos o pensamos sobre el otro  cara a cara. Supongo que será así siempre, y creedme que es la única persona con la que me pasa algo así. Nunca nos hemos sentado y nos hemos dicho `` Oye, pero tú entonces en aquella ocasión, ¿qué sentiste? `` , nos hemos mirado y ya sabemos que pasó en todas las ocasiones en las que estuvimos solos. Sin tenerlo a mi lado, me asusto sólo de pensar en esas ocasiones, pero al mirarlo o él mirarme, se me olvidan esos miedos y me siento como una verdadera imbécil  al haber tenido miedo de volver a mirarlo. Pero como digo, esos ojos me siguen dando respeto, así que le diga lo que diga no hay excusas para que sintamos miedo mirándonos a los ojos diciéndonos tantas cosas.

De esa química aprendí mucho en su día, y desde entonces engancho cuando siento química clavando la mirada, al final más de uno me ha dicho cosas también con la mirada, quitándole  los miedos a arriesgarse a sentir química sin temor de lo que los demás pensarán. Hace años sentía bastante miedo de hacer eso, pero ya no me asusta después de todo el tiempo que pasamos a solas. Con él es distinto, aparte de decirnos cosas, sentimos que ninguno de los dos sigue sin tener  miedo y volveríamos a repetir todo otra vez, al margen de todo lo demás que rodeaba nuestra química. Sólo de pensarlo parece una locura, ¿verdad?.